Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2008

Our deepest fear

Our deepest fear is not that we are inadequate Our deepest fear is that we are powerful beyond measure It is our light, not our darkness that most frightens us Your playing small does not serve the world There is nothing enlightened about shrinking So that other people won’t feel insecure around you We were all meant to shine, as children do It is not just in some of us, it is in everyone And as we let our own light shine We unconsciously give other people permission to do the same As we are liberated from our fear Our presence automatically liberates others "What is your deepest fear?" is an excerpt from "A Return to Love" (1992) by Marianne Williamson. (Commonly misattributed to Nelson Mandela's 1994 Inaugural Address.)" fuente:IMBD Thanks Mags!!! Y no hace falta liberarse así onda Mahadma Gandhi!!! Simplemente en pequeñas cosas de la vida, como trabajo desmedido, desorden en la administración del tiempo, falta de optimismo, etc. Si yo me li

Soportar con paciencia las limitaciones de otros.

Aunque el dicho, "Nadie es perfecto", es más que común, creo que nos falta mucho por terminar de comprenderlo a fondo. Hasta hace unos años atras, me encontraba trabajando con una persona excepcional, cuyo pricipal don era reconocer en las personas, que apenas conocía, sus potenciales. Luego las iba entrenando para explotar estos potenciales de una manera que al final del proceso, la misma persona se hallaba sorprendida de todo lo que aprendió de si misma y pudo hacer y que antes no sabía que podía hacer. Esta persona excepcional, cree fielmente en que es bueno que no sepamos hacer todo, que lo mejor es dejar a cada uno ser bueno en lo que es bueno y no estar pretendiendo abarcarlo todo. Esto, decía ella, es un alivio realmente ya que uno puede delegar con tranquilidad al otro las cosas para las que a uno no le resultan muy fáciles. Asi cuando nos entrenaba para tener personas a nuesto cargo insistía en ese punto. No enfatizar en los defectos, sino en las virtudes de cada uno

Dejarnos guiar por nuestros temores.

Imagen
El temor es un mecanismo de defensa natural. Nos ayuda a mantenernos alejados de situaciones peligrosas y a huir cuando es necesario. Sin embargo, somos seres tan complejos, que esta función primitiva de autodefensa no siempre se aplica. Generalmente lo sentimos cuando nos enfrentamos a una situación muy diferente a la que estamos acostumbrados. El temor al cambio es más frecuente de lo que podemos percatarnos. Así, muchas veces, en lugar de huir ante una situación que nos atemoriza, deberíamos parar y pensar cual es su fundamento. Si es solo este temor al cambio, a lo nuevo, entonces lo más lógico sería dirigirse en dirección contraria a la que nos indican nuestros temores, es decir, dirigirse en dirección al objeto que nos asusta!! Doy un ejemplo para ser más clara. Cuando iba a asumir uno de mis primeros trabajos, sentía pavor por que implicaría nuevas responsabilidades y un cambio muy grande en mi vida. Pero lo acepté y fue una de las mejores experiencias que tuve. Años más tarde,

La misión es servir.

"Un hombre estaba a punto de partir a tierras lejanas, y reunió a sus servidores para confiarles todas sus pertenencias. Al primero le dio cinco talentos de oro, a otro le dio dos, y al tercero solamente uno, a cada cual según su capacidad. Después se marchó. El que recibió cinco talentos negoció en seguida con el dinero y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo otro tanto, y ganó otros dos. Pero el que recibió uno cavó un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su patrón. Después de mucho tiempo vino el señor de esos servidores y les pidió cuentas. El que había recibido cinco talentos le presentó otros cinco más, diciéndole: 'Señor, tú me entregaste cinco talentos, pero aquí están otros cinco más que gané con ellos.' El patrón le contestó: 'Muy bien, servidor bueno y honrado; ya que has sido fiel en lo poco, yo te voy a confiar mucho más. Ven a compartir la alegría de tu patrón.' Vino después el que recibió dos, y dijo: 'Señor, tú me entregaste dos t