Dios y tu papá
La obra de Carlos G. Valléz, Dejar a Dios ser Dios, me resultó extremadamente útil, diferente y renovadora. El tema principal del libro, por dar un rápido resumen, es que a Dios no lo terminamos de descubrir nunca, el es inmenso y nosotros muy pequeños, y nuestra visión e interpretación de Quién es El, es siempre muy limitada. Nos corresponde mantener los ojos abiertos y el corazón humilde para ir descartando las "imágenes" erroneas de Dios y dejarle mostrárse a nosotros tal cual es.
Como parte de este descubrimiento, me tocó discernir lo importante que es desprendernos de nuestra imagen paterna, si la tenemos, para conocer mejor a Dios. Y es que aun en forma inconciente, tendemos muy fácilmente, especialmente los Católicos, a esperar que Dios sea igual a nuestro padre biológico. Sea este bueno o malo, limitado o generoso.
El papá biológico es mi modelo de padre, es mi único modelo de padre. Así que si mi padre biológico es, o fue una persona avara, egoista, insegura, no esperaré mucho de Dios a menos que aprenda a desconectar esta idea y esperar "Mucho más del verdadero Padre." Debo estar dispuesta a CREER que Dios supera todas mis espectativas de lo que un padre perfecto puede ser. Debo "informarme", leyendo los indicios que Jesús dejó en el nuevo testamento, de cómo es el verdadero padre.
El es todo generoso, misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad. Nos tiene reservada una casa en su morada y un tesoro que supera nuestra más animada imaginación. No me perdona una o dos veces sino que 70 veces 7 y me regala vida las 24 hs, 365 días al año desde el día de mi concepción hasta el de mi último respiro.
Deshacerce del esterotipo de padre biológico es UN paso para empezar a conocer mejor al verdadero Padre.
Creo que esto se logra con oración, silencio, observación y lectura y con un corazón abierto y humilde, estando dispuestos a aceptar que pudimos habernos equivocado en nuestro concepto de Dios.
Como parte de este descubrimiento, me tocó discernir lo importante que es desprendernos de nuestra imagen paterna, si la tenemos, para conocer mejor a Dios. Y es que aun en forma inconciente, tendemos muy fácilmente, especialmente los Católicos, a esperar que Dios sea igual a nuestro padre biológico. Sea este bueno o malo, limitado o generoso.
El papá biológico es mi modelo de padre, es mi único modelo de padre. Así que si mi padre biológico es, o fue una persona avara, egoista, insegura, no esperaré mucho de Dios a menos que aprenda a desconectar esta idea y esperar "Mucho más del verdadero Padre." Debo estar dispuesta a CREER que Dios supera todas mis espectativas de lo que un padre perfecto puede ser. Debo "informarme", leyendo los indicios que Jesús dejó en el nuevo testamento, de cómo es el verdadero padre.
El es todo generoso, misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad. Nos tiene reservada una casa en su morada y un tesoro que supera nuestra más animada imaginación. No me perdona una o dos veces sino que 70 veces 7 y me regala vida las 24 hs, 365 días al año desde el día de mi concepción hasta el de mi último respiro.
Deshacerce del esterotipo de padre biológico es UN paso para empezar a conocer mejor al verdadero Padre.
Creo que esto se logra con oración, silencio, observación y lectura y con un corazón abierto y humilde, estando dispuestos a aceptar que pudimos habernos equivocado en nuestro concepto de Dios.
Darle atributos de padre biológico es limitarle a cualidades humanas, tb. :P
ResponderEliminarGo Su!
Me toy riendo xq yo justo meti en mi prologo gua'u que le sustituí a mi viejo x roa y x gabo.
ResponderEliminarActually, me pasé la vida buscando papás alternos, siendo que mi experiencia con mi papá biológico es...buena. Normal, con roces, pero esas otras conexiones que busco, no en Dios, sino en otros hombres, son las mismas que tengo con él: de la afinidad intelectual, a la admiración, y de ahi, dependiendo de otros factores, al afecto.