Realiza tus sueños V: concentrarse y organizarse.

En estos días me ha pasado que sin darme cuenta cómo , en forma inesperada, llegó un momento en el que ya no encontraba ánimo, motivación, ni fuerzas para seguir con mi proyecto. Este continuaba a pesar mío, pero toda la energía y ganas de conquistar el mundo que antes me caracterizaba simplemente ya no estaba! Al contrario lo único que encontraba en mi interior era agotamiento y desánimo, como que todo aquello no tenía sentido. Eso sin mencionar algunas dificultades que encontré en el camino, pero la sensación que tenía era de total vacio interior! No de sentimientos, sino de fuerzas que dar, de impulso.
Por algunos días estuve así, hasta que finalmente empecé a sentirme mejor, y cuando ya lo peor había pasado, caí en cuenta de que lo que había hecho mal fue que había usado toda mi energía porque no enfocaba en una sola cosa. La tiré aquí, allá, en todas partes. Como mamá, esposa y emprendedora simplemente ya agoté mi stock de energía.
Me dí cuenta que otras personas que frecuento y que son de negocios, de las de verdad, siempre tienen esa energía. Y me dí cuenta de lo que yo estaba haciendo mal: estaba queriendo hacer todo! Administrar la casa, dar cariño a los hijos, atender al esposo, administrar el negocio, proyectar! Simplemente es demasiado, para cualquiera.
Y me doy cuenta felizmente, que esto no significa que debo dejar de atender a mi familia si quiero que mi emprendimiento siga marchando, pero debo asumir 2 prácticas básicas y sostenerlas en el tiempo:
  • ¡Delegar! Gracias a Dios, cuento con alguien a quien puedo pedirle que se encargue de los detalles hogareños: qué vamos a comer, qué compras faltan hacer, cuentas a pagar. Digamos que no me estaba dando cuenta de que esta persona puede con todo eso, y me aferraba a seguir llevando el mando de estos detalles. Solamente delegar esta pequeña parte de mi vida, ya resultó un grandísimo alivio para mi mente y mi psiquis. Solamente me encargaré de supervisarlo de vez en cuando y seguiré tratando de detectar otras cosas que pueda seguir delegando. Delegar nos libera de cargas innecesarias y nos permite dedicar más energía y tiempo a lo que requiere más energía y tiempo. Es como liberar una computadora de programas que no usamos, para que los que sí usamos funciones más ágilemente. Así, tu mente y tu espíritu tendrán un mejor desempeño en eso que quieres lograr.
  • Organizar mi tiempo. Trabajar cuando estoy trabajando y olvidar el trabajo cuando el horario termine. Si me surgen ideas, nuevos proyectos, o recuerdo cosas que olvidé hacer, las anoto en una agenda y vuelvo a ello en el siguiente horario laboral. Mientras tanto, disfruto verdaderamente de mis niños y de pasarla bien! Ver una buena película, ir a la peluquería, conversar con una amiga. Recuerdo aquí que leí en algún sitio web que lo ideal es que dediquemos 8 horas a cada parte importante de nuestras vidas: 8 horas de trabajo, 8 horas de ocio, 8 horas de descanso = 24 horas bien vividas!
A partir de hoy trataré de ser constante en estas dos prácticas.

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